El estrés, conocido también como la enfermedad del siglo XXI, es una respuesta del organismo que pone al individuo en disposición de afrontar situaciones interpretadas como amenazantes. El estrés está cada vez más presente en nuestra vida diaria y tiene múltiples efectos negativos para nuestra salud y forma de vida. Erradicar el estrés de nuestra rutina se traduce en convertirnos en personas más sanas.
Cierto nivel de estrés es necesario para afrontar las dificultades cotidianas pero cuando este estrés es desproporcionado o aparece por motivos infundados debemos controlarlo. Este texto recoge algunas pautas para ello.
EL ESTRES Y EL ARTE DE AMARGARSE LA VIDA
- Como
se produce el estrés.
§ El
sistema simpático nos activa para afrontar cualquier peligro pero si está constantemente activado enfermaremos.
§ El
sistema parasimpático nos permite relajarnos y descansar.
§ Los
peligros que activan el sistema simpático pueden ser imaginarios.
§ Tenemos
gran facilidad para activar el sistema simpático y mantenerlo crónicamente
activado.
§ A
menor control de problemas mayor estrés.
- Identificar
las causas del estrés.
a) Los
errores cometidos.
§
Si algo no sucede como deseamos no lo
solucionamos amargándonos.
§
Si algo no tiene solución ¿ para que
preocuparse? acéptalo, si algo tiene solución ¿ para que preocuparse?
soluciónalo.
b) Revisar
las reglas tácticas.
§
Son las reglas por las que nos regimos sin
plantearnos su validez ( los debería ).
§
Estas reglas deben ser cuestionadas.
§
Hay que aceptar los acontecimientos y a las
personas tal y como son.
§
Sustituir los “debería” por “voy a hacer” o “me
gustaría hacer”.
c) Los
¿ Y si …..?
§
Debemos actuar como creamos oportuno y no
preguntarnos que pasaría si actuásemos de otra forma.
§
Las cosas que nos pasan no son ni buenas ni
malas. Una cosa mala puede llegar a ser buena y viceversa.
§
No podemos prever las consecuencias de nuestros
actos ni las que hubiesen sucedido si hubiésemos actuado de otra forma.
- Efectos.
a) La
ira.
§
Es la reacción normal para indicar que algo nos
molesta. Sostenido en el tiempo es contagioso, crea un ambiente hostil y nos
hace sentirnos mal.
§
Atribuir intenciones a la conducta de los demás
es una gran fuente de enfado.
§
Cuando nos enfadamos debemos detenernos y
calmarnos.
§
Si nos enfadamos debemos asumir la
responsabilidad de nuestro enfado ( Me ha molestado que ….).
b) La
ansiedad.
§
Cuando una situación nos desagrada o nos asusta
la evitamos.
§
El miedo nos impide disfrutar de nuevas
experiencias.
§
Hay que exponerse para vencer al miedo,
enfrentarnos a el es la única forma de vencerlo.
§
La exposición debe ser gradual y persistente
(muchas veces y de forma duradera).
§
Vivir implica aceptar ciertas dosis de agobio,
miedo, aburrimiento y tristeza.
§
A veces al intentar controlar la ansiedad la
aumentamos. Acéptala y haz lo que estabas haciendo.
c) La
depresión.
§
Sentir pena o estar decaídos puede ser normal,
es una señal de que necesitamos apoyo y consuelo.
§
Si se prolonga en el tiempo nos alejamos de los
demás y alejamos a los demás.
§
Nos quejamos en exceso, permanecemos pasivos
esperando a estar bien para hacer cosas y no hacemos cosas por no estar bien.
§
Hay que crear las condiciones para estar bien
aunque no tengamos ganas.
§
Podemos ser parte del problema o parte de la
solución.
§
Hacer cosas fáciles de realizar que antes nos
resultaban agradables.
§
Actuar como si estuviéramos bien.
§
Buscar algo que nos apasione, que ocupe nuestros
pensamientos (un amante).
§
Los amigos son un paraguas frente al estrés.
§
Experimentar y pasar a la acción.
- Soluciones
a) Atreverse
a experimentar.
§
Afrontar los problemas, tomar la iniciativa y
experimentar nuevas experiencias puede resultar difícil para quien crea que no
es capaz de hacerlo.
§
Vivimos creyendo que no podemos hacer ciertas
cosas porque alguna vez no pudimos.
§
La solución es hacer las cosas de nuevo para
borrar experiencias negativas pasadas.
b) El
ambiente social que fabricamos.
§
Las personas que disponen de gente con la que contar
para afrontar necesidades tienen menos estrés y ansiedad.
§
Las personas te tratarán según tú las trates.
§
Practica habilidades sociales y de resolución de
problemas.
c) Cuidarse.
§
Nuestro cuerpo soportará mejor el estrés si nos
cuidamos.
§
Tener una alimentación variada y equilibrada.
§
Dormir suficientemente.
§
Evitar el abuso de sustancias tóxicas.
§
Practicar la relajación.
d) Relajarse.
§
Es una manera de desactivar el estrés.
§
Hacer lo contrario a la reacción de estrés.
§
Entrenarse en discriminar los estados de tensión/relajación:
1.
Tensar el músculo.
2.
Observar la tensión.
3.
Relajar el músculo.
4.
Observar y disfrutar de la sensación de relax.
§
Repetir la secuencia hasta que el músculo esté
relajado.
§
Tensar todos los músculos necesarios para
realizar las acciones que tengamos que hacer.
§
Practicar la relajación abdominal.
§
Pensar en imágenes relajantes y agradables.
e) Estar
activos físicamente.
§
Los beneficios de la actividad física nos mueven
a la acción.
§
Incrementar la actividad diaria.
§
Divertirse con la actividad.
§
Hacerlo en compañía.
§
Planificar la actividad.
f) Reír.
§
Es un antídoto contra el estrés.
§
Buscar compañía y hacer actividades que te hagan
reír.
g) Evitar
el exceso de preocupación.
§
La sobre ocupación nos impide ver las cosas que
importan.
§
Las personas que realizan actividades
placenteras tienen menos estrés.
§
Diferenciar las tareas importantes de las
triviales.
§
Delegar las tareas que puedan hacer otros. No
asumir responsabilidades que no nos correspondan.
§
Distribuir el tiempo dedicado al sueño, al ocio
y al trabajo.
§
Aprender a decir no, a pedir ayuda y a delegar.
h) Tú
decides.
§
Hay que engancharse a la vida.
§
Replantearse aquello que nos enreda y pasar a la
acción.
§
Nuestra vida está en nuestras manos.
§
Gastamos más tiempo y energías en hablar y pensar en los problemas
que en resolverlos.
DECÁLOGO DEL BUEN TRATO.
ü Si
das un buen trato recibirás un buen trato.
ü Sonreír
crea un entorno grato.
ü Escucha
a quien quiera decirte algo.
ü Muestra
interés por los demás.
ü Di
las cosas que te gustan de los demás.
ü Habla
bien de quien te rodea.
ü Ofrece
tu ayuda siempre que puedas.
ü Sé
cálido y sensible a las dificultades de los demás.
ü Muestra
respeto y no juzgues o invalides los puntos de vista de los demás.
ü Cambiar
la expresión “así son las cosas” por “así las veo yo” para expresar tus opiniones.
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